Nadie se divierte de la misma manera. Unos prefieren divertirse haciendo un gran esfuerzo físico jugando a fútbol, otros prefieren divertirse pensando cómo encajar caramelos en su móvil, y otros disfrutan agonizando de terror en el cine o en su Playstation. Pero lo que Jane McGonigal afirma en su libro Reality is Broken es que cuando nos divertimos jugando en realidad estamos trabajando. Jugar requiere hacer un esfuerzo, al igual que trabajar. ¿Podemos entonces relacionar el trabajo que realizamos en la empresa con el trabajo que realizamos en los juegos? Por supuesto que sí.
Los 7 tipos de diversión y la empresa
Diversión física
Ya sea en un entorno real como cuando jugamos a fútbol, o en un entorno virtual como cuando jugamos al videojuego de baile Just Dance, estamos realizando un esfuerzo físico que nos divierte y nos entretiene. Por lo tanto el trabajo físico como la limpieza o el transporte puede convertirse en un juego con las reglas apropiadas.
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Diversión repetitiva
Los trabajos repetitivos suelen ser etiquetados como aburridos, pesados y tediosos. ¡Alguien que se pasa 8 horas ajustando tornillos puede volverse loco! ¿Pero no es el Tetris un trabajo repetitivo? ¿No son los juegos sociales de Facebook, como FarmVille, trabajos repetitivos? Hacer lo mismo una y otra vez puede ser un juego. Si te interesa puedes leer este artículo sobre como el trabajo puede ser tan adictivo como Candy Crush.
Diversión mental
Trazar estrategias cuando jugamos a Starcraft o al Poker requiere un importante esfuerzo mental, igual que muchos trabajos de oficina. ¿Y si aplicamos estrategias antes de hablar con un cliente? ¿O mientras hacemos una reunión?
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Diversión de descubrimiento
Nos encanta la aventura y nos encanta explorar. De aquí viene el éxito de juegos como Minecraft, The Elder Scrolls o el reciente No Man’s Sky, por esta razón intentamos meternos en todas las tuberías del Super Mario Bros, y por esta razón podemos pasarnos horas haciendo scroll en Instagram ansiosos por descubrir algo que nos sorprenda y nos guste. ¿Y si convirtiéramos la formación en la empresa en una aventura en la que tenemos que descubrir nuevos conocimientos? También puedes leer este post sobre lo que el departamento de RRHH debería aprender de Mario Bros.
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Diversión en Equipo
Counter Strike, League of Legends… ejemplos de juegos que motivan a millones de jugadores en todo el mundo y cuya principal característica es el trabajo en equipo. El ansia por la victoria y la presión de grupo es suficiente motivación para que todos los miembros del equipo pongan el 120% para alcanzar el objetivo que les hará ganar ¡Una victoria que no conlleva ninguna recompensa económica!. La empresa también cuenta con sus propios equipos pero muy pocas veces se consigue la compenetración y las sinergias que se logran en los juegos, a pesar de que en la empresa las victorias sí pueden conllevar una recompensa tangible, como un ascenso o un aumento de sueldo.
Diversión creativa
¿A cuántos de nosotros se nos ha hecho de día mientras jugábamos a Los Sims? El esfuerzo creativo no deja de ser un esfuerzo, y puede ser un esfuerzo muy satisfactorio y entretenido. Músicos, profesionales del vídeo, guionistas, publicistas, comerciales, profesionales del marketing… todos tenemos que lidiar con la creatividad en nuestro trabajo.
Diversión de riesgo
Escalar o esquiar por una pista negra pueden ser actividades muy divertidas para las personas adecuadas, y si nos paremos a pensar, el riesgo de sufrir un accidente catastrófico es casi el mismo que al realizar un trabajo peligroso, como manipulador eléctrico o manipulador de explosivos. Incluso poner en riesgo tu vida puede ser divertido para determinadas personas.
Debería quedar ya claro que jugar es realizar un esfuerzo, muchas veces un esfuerzo muy similar al que realizamos mientras trabajamos. ¿Entonces por qué los trabajos en la empresa no son tan divertidos y entretenidos como algunos juegos si estos comparten la misma base? Porque los juegos presentan unos elementos que los hacen más atractivos, como el feedback, las reglas, los objetivos claros, la competición… La parte positiva es que la gamificación es capaz de trasladar estos elementos al trabajo para convertir las tareas de la empresa en juegos y motivar a los empleados a rendir al máximo y a perseguir la maestría, tal cual hacemos en los juegos.
La empresa está cambiando y la gestión de los recursos humanos está cambiando junto a ella, y este podría ser el nuevo gran reto: ¿Cómo puedo hacer que los empleados estén tan motivados y comprometidos con su trabajo como cuando juegan en su tiempo libre? Una solución es la gamificación aplicando herramientas como Zeppelean. Cómo podéis ver, el trabajo y los juegos no están tan alejados.