En los últimos años hemos puesto mucho detalle en la experiencia de usuario a nivel de interacción, en que las herramientas empresariales sean fáciles de utilizar, intuitivas, o incluso emocionales. Pero podemos llevarlo a un nivel más trabajando también todos los textos de la herramienta para que estén centrados en las personas que realmente lo van a usar. Que sean claros, concisos, y que además tengan su propia voz y personalidad. Hoy vamos a hablar del UX Writing en el mundo del software empresarial.
Los textos de tu herramienta deben hablar como personas, no como robots
Vamos a empezar con un ejemplo, que así entenderemos todo esto mucho mejor. Aquí tenemos una imagen de una herramienta de Prisma: Zeppelean. Esto es lo que aparece cuando finalizas una encuesta de feedback a un empleado.

“¿Y aquí qué escribo?” nos podemos estar preguntando si terminamos de rellenar una evaluación de feedback y nos encontramos con una caja en blanco, o un simple “Deja tu comentario”. Sin embargo, la misma caja o el título de la sección puede darte pistas sobre lo que escribir aquí. Este ejemplo ilustra cómo podemos utilizar esta caja. Además fijaos cómo el texto de arriba informa de que se trata pero de una forma natural e informal. En lugar de un “Deja tu comentario”, que suena robótico, sin personalidad y que no te da pistas, hemos optado por una frase más emocional y común. Pasamos de hablar como robots, a hablar como personas humanas.
Los textos de tu herramienta no deben asustar, deben invitar a participar.
Esta es una lección que en marketing y ventas está más que asumida, pero que en el resto de campos nos cuesta interiorizar (porque claro, el dinero no viene directamente de aquí).

Fijaos en este ejemplo de la búsqueda de hoteles de Google. Este pequeño cambio de 2 palabras mejoró la interacción en un 17%. “Book a room” (reserva una invitación) es un compromiso muy grande para el proceso tan inicial en el que estamos (echar un vistazo a la disponibilidad), y claro, no nos gustan los compromisos si no estamos ya seguros de la decisión. Sin embargo “Check Availability” (Comprueba la disponibilidad) no hace referencia a ningún compromiso, ni sentimos que estamos ya dando el último paso definitivo. Se trata de un texto que se ajusta mucho más a la situación en la que nos encontramos en ese momento de exploración inicial. Puede parecer una tontería pero no lo es. Podéis conocer este caso en completo aquí.
¿Dónde debería aplicarse el UX Writing en el software?
Si nos preguntamos dónde debería aplicarse en UX Writing en nuestras herramientas, la respuesta es básicamente en todos los lugares: Notificaciones, botones, preguntas frecuentes y manuales, modales con mensajes de error, modales con confirmaciones… incluso esos textos legales a los que nunca prestamos atención como los términos de privacidad.
Esto se aplica especialmente a aquellos mensajes que hablan para la persona que ha diseñado el software pero no para los que lo van a utilizar. Era algo bastante común en durante las primeras versiones de Windows. Este error de la IP puede entenderlo un técnico, pero el usuario medio que lo va a leer no va a entender absolutamente nada. Obviamente el técnico debe saber con exactitud dónde está el problema para solucionarlo y ahí sí debe hablar su mismo lenguaje, pero esa notificación no está dirigida al técnico (que puede buscar el error en un registro de problemas), sino al usuario final.
Incluso en aquellos detalles a los que estamos ya acostumbrados. ¿Cuánto tiempo dedicamos a pensar si debemos hacer click en “sign up” o “sign in” sabiendo que son cosas totalmente diferentes? ¿Tanto cuesta cambiarlo por “registrarse” e “iniciar sesión”?
Aprovecha el copywriting para darle personalidad a tu software… pero no reinventes la rueda, que saldrá mal
Si ya lo hemos hecho claro y entendible, podemos ir un paso más allá y hacerlo más emocional. Aquí tenemos un ejemplo de una herramienta de Prisma, si escoges un nickname que ya está en uso, para evitar la frustración te pones un mensaje fuera de lo común pero entendible “¡Ese nombre mola mucho! Pero ya está pillado ¡Qué pena!”

Pero tampoco nos pasemos con la creatividad intentando reinventar la rueda. No hace falta que los textos de tu software sean sosos y aburridos, pero tampoco te pases de creatividad porque nadie va a entender lo que significan. Si quieres hacer una herramienta simpática, amena y con un tono casual y callejero, puedes cambiar los botones de “ok” de las modales por un “okay mckey”, porque el “ok” sigue estando ahí y aunque no tengas ni idea de qué está hablando al menos sabes por dónde van los tiros. Pero no pongas alguna terminología inventada o algo sacado de un libro de Tolkien. Recuerda que la clave siempre será ser empáticos con el usuario final. Si tenemos la mínima sospecha de que no lo va a entender, será mejor pensar otro texto más tradicional. Si cuando ya creemos que seguro que nos entienden resulta que no, pues imaginaos si tenemos dudas…
Y hasta aquí el artículo sobre cómo mejorar el software empresarial con UX Writing. Si os ha parecido útil, ¡compartidlo!
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