CASO DE ÉXITO

Training Crush: El Candy Crush de la formación

¿Quién no ha estado enganchado al Candy Crush? ¿Y si hiciéramos un Candy Crush de formación para que todos estuvieran pegados a la pantalla disfrutando mientras aprenden? ¡En eso consiste este proyecto!

Algunos clientes nos piden que sus proyectos y sus resultados se mantengan en el anonimato. Este es uno de ellos. A nosotros nos encanta compartir pero tenemos que respetar a los que deciden no hacerlo Este cliente es una de las principales compañías de distribución española, con más de 13.000 empleados en todo el país, y más de 600 tiendas. 

EL PROBLEMA

Un bajo ROI de la formación por la falta de interés de la plantilla y la falta de retención del conocimiento

Esta empresa estaba viendo como las formaciones no calaban entre los empleados, especialmente porque ellos no ponían de su parte. Estaban cansados de las mismas formaciones de siempre. La baja retención del conocimiento y el poco interés por la formación desencadenaban un ROI formativo muy bajo. La plantilla necesitaba un pequeño estímulo.

 

¿Y qué mejor estímulo que un juego?

LA SOLUCIÓN

Un Candy Crush formativo

Desde Prisma hicimos una investigación de hábitos entre la plantilla. Descubrimos que por la edad y por el perfil muchos de los empleados adoraban jugar a juegos de móviles, como Candy Crush o Escape Gardens.

 

Tras analizar los hábitos de la plantilla y el problema de la situación llevamos las técnicas formativas que necesitaba la empresa al entorno que sí les gusta. Así creamos una herramienta interna de formación que incluía técnicas de micro-learning y que simulaba un Candy Crush.

 

Cada unidad formativa era un mundo con varios niveles. En cada nivel habían minijuegos relacionados con la formación.

 

Al superar un nivel se desbloqueba el siguiente, y así hasta finalizar todos los mundos, momento donde la plantilla podía seguir jugando en ligas adaptadas a su nivel.

LOS RESULTADOS

En un mes se alcanzó el 75% de los objetivos formativos de todo un año y se mejora el ROI

Las mecánicas de progresión fomentaban que el juego se finalizara en tiempo record, y las mecánicas competitivas fomentaban que la plantilla nunca dejara de jugar y aprender. De esta forma el equipo estaba siempre refrescando los conocimientos, mejorando el ROI.

Los resultados fueron fantásticos. Los empleados y las empleadas estaban tan entusiasmados con el juego, que en tan solo un mes se alcanzó el 75% de los objetivos formativos de todo un año.

 

Las formaciones se cumplieron en tiempo record y los empleados se involucraron en su formación. ¡Había gente jugando a las 4 de la mañana!

 

La trayectoria del proyecto también refleja su éxito. El juego lleva 4 años en funcionamiento cumpliendo objetivos, y se ha ampliado a otras áreas de la empresa y a otro tipo de contenidos para seguir aprovechando el poder del juego en otras formaciones.

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