Ahora que la gamificación está tan en auge y cada vez son más las empresas que la utilizan para motivar empleados y multiplicar sus resultados, vale la pena repasar algunos errores que debemos evitar si queremos que la gamificación funcione a la perfección en la empresa. No todos pueden contar con súper profesional que les acompañen por el camino, así que os dejamos algunos consejos que seguro que os son súper útiles para aplicar gamificación en la empresa.
Innova en las mecánicas de juego
Innovar en las mecánicas de juego es lo que va a hacer que tu juego sea diferente a lo que tus empleados seguro que han visto en miles de sitios. Si el juego es nuevo, será mucho más atractivo. No se trata de reinventar la rueda (aunque si lo haces pues ese extra que te llevas), pero sí huir de sistemas clásicos como ganar puntos para obtener medallas y posicionarse en un ranking. Este ejemplo concreto se llama PBL (de Point, Badges & Leaderbords) y ya hemos hablado alguna vez de él, y no demasiado bien.
Tenemos un mundo por descubrir dentro de las mecánicas de juego, como el azar, las narrativas… Si quieres más información descárgate la guía “Cómo gamificar mi empresa en 5 pasos”. ¡Es gratis!
5 trucos para que la gamificación en tu empresa no fracase Clic para tuitear¿Cuánto va a durar la gamificación? Piensa en la duración del juego
Este también es otro aspecto que se tiende a descuidar muchísimo. Las empresas saben bien cuánto tiempo va a durar un juego (¿Es una actividad para una tarde? ¿El juego va a durar un mes? ¿Un año?). Lo que no tienen tan claras son las mecánicas que tienen que introducir en el juego para que este sea interesante durante todo el uso.
¿Alguna vez habéis jugado al Candy Crush? Al principio el juego es muy sencillo, pero conforme avanzas empiezan a aparecer nuevos elementos, nuevas variantes de las reglas… Esto es así porque si el juego siempre fuera exactamente igual nos aburrimos muy pronto. Pero si te introdujeran todas las reglas y todos los elementos desde la primera pantalla nos abrumaríamos y dejaríamos de jugar muy pronto.
Con la gamificación ocurre lo mismo. Si vamos a hacer un juego que vaya a durar uno o dos días, puede que con un PBL nos apañemos. Pero no podemos pretender que los usuarios estén enganchados al mismo PBL tras dos semanas. Cuanto más largo sea el juego, más complejo deberá ser, pero siempre introduciendo los elementos en el momento oportuno para no abrumar al jugador.
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No des por hecho que el juego se entiende
Este pequeño error puede echar por tierra todo nuestro trabajo. De nada sirve tener el mejor juego del mundo si luego nadie va a entenderlo o lo van a malinterpretar. Puede que en nuestra cabeza todo tenga sentido (obvio, el juego lo hemos diseñado nosotros) pero eso no significa que tenga sentido en la cabeza de los demás.
Esto es algo que desde Prisma trabajamos muchísimo y que se tiende a descuidar. Nuestros expertos en UI (Interfaces de usuario) y UX (experiencia de usuario) han trabajado en proyectos para Vodafone y Facebook entre otras grandes empresas, y es uno de nuestros grandes valores añadidos, y una gran parte del éxito de nuestros proyectos. Nuestro consejo es este: ¡No les hagas pensar demasiado a los empleados! Todo tiene que fluir, todo tiene que ser intuitivo, sin lugar a dudas. Utiliza muy bien los textos, no abuses de palabras inventadas (por mucho que molen) y explica correctamente cada sección y cada regla de juego.
Comunica, comunica y vuelve a comunicar
De nuevo, este es uno de los grandes errores dentro de la gamificación: Dar por hecho que la gente va a entender que hay que utilizar una nueva herramienta. No podemos dejar caer la herramienta gamificada en la empresa como el que instala una máquina de agua. Tenemos que trabajar la comunicación para que todos se enteren de que la nueva herramienta existe y de cuáles son sus beneficios. Esta último detalle es clave. Apunta: ¡Destaca sus beneficios!
Piensa que en muchas empresas los empleados están hasta el gorro de las novedades, especialmente en esas empresas donde las innovaciones no terminan de cuajar. Al final para cada innovación los empleados tienden a poner una resistencia. Entre el pensamiento de “este invento va a durar dos días” y el “¿un juego? No todo puede ser tan bueno, algo se esconde aquí” no podemos dejar interpretaciones al aire.
Nosotros hemos visto proyectos súper ambiciosos que no han terminado de brillar por culpa de una mala comunicación. Y al contrario, hemos visto pequeños proyectos más sencillos y menos ambiciosos superar todas las expectativas simplemente por el cariño y el detalle que la dirección puso en la comunicación. Informar sobre la herramienta, a partir de cuándo hay que utilizarla, qué beneficios conlleva para el empleado,cómo va a ayudarles… no podemos dejar a la interpretación del empleado alguna información clave.
5 trucos para que la gamificación en tu empresa no fracase Clic para tuitearDa ejemplo: Aquí la gamificación es para todos, también para los jefes.
Muy en línea del consejo anterior, los empleados suelen desconfiar de muchas de las innovaciones en la empresa. Si tú como jefe le vendes a tus empleados que la nueva herramienta de gamificación es lo mejor que les ha pasado en la vida, pero se dan cuenta de que tú no la vas a utilizar… van a saber que algo no encaja.
Dirección tiene que ser la evangelizadora de estas herramientas. Los empleados se tomarán mucho más en serio la gamificación si ven que los jefes también estan jugando y utilizándose.
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